Hoy quería contaros una batallita. Una historia de esas que cuentan los abuelos con tanta emoción de cuando eran jóvenes y conseguían algún logro.

Mi batallita va sobre cómo conseguimos emocionar a todo el equipo de un e-Commerce por una venta de 12€. Empiezo por el principio.

En el grupo empresarial al que pertenece Zeus, conviven otras compañías, entre ellas una que se dedica a la generación de contenido en internet. Summon cuenta con más de 80 portales online optimizados para SEO y que rentabiliza a través de publicidad. Bien, el caso es que explorando nuevas áreas de negocio, decidimos crear una división de e-Commerce para vender producto no físico: plantillas de currículums, plantillas de Excel, plantillas de presentaciones… El ticket medio era de unos 2 €.

Era divertido: un nuevo modelo de negocio, nuevas estrategias y muy poca inversión. Cuando el proyecto llevaba unos meses en marcha, se nos ocurrió vender Packs de plantillas. Con lo que el ticket subía a 12 € o 13 €.

Todo el proyecto, un Shopify, estaba conectado a paneles de visualización que había diseñado Zeus y que mostraban también datos de Analytics para cruzar información de venta con la fuente de entrada del cliente. Es un de los primeros diseños que hicimos (Os dejo una imagen del dashboard).

Cómo hacemos con todos nuestros proyectos, el dashboard se desarrolló en cuanto se puso en marcha el e-Commerce y se situó en una pantalla cerca del equipo de trabajo.

Por tanto, desde el principio, todos tenían una cultura de seguimiento de métricas, de foco en lo importante (lo que se destaca en el panel) y era capaz de recordar fácilmente cuántos euros llevábamos vendidos o qué productos eran los que mejor funcionaban.

Cuando lanzamos los packs de plantilla, y el ticket medio empezaba a subir, decidimos ponernos un objetivo mensual de ventas. Era solo motivador, era solo una prueba, un reto, no iba ligado a comisiones ni tenía consecuencias negativas no alcanzarlo. Pero desde el día uno que pusimos ese gráfico arriba a la derecha en el panel, el interés por las ventas de TODO el equipo, se multiplicó. Los diseñadores se fijaban en qué tipo de plantillas funcionaban mejor para, por voluntad propia, diseñar con estilos similares, los responsables de social media insistieron en publicar el e-Commerce en RRSS… El resto de equipos del grupo, que ni siquiera era consciente de la existencia del e-Commerce, empezó a participar en los comentarios de la gente de Summon sobre la emoción de rozar las cifras objetivo. Ese dashboard generaba conversaciones. Y generaba conversaciones en torno a temas que interesan a la dirección: ¿Cómo vender más?

Y ya llegamos al clímax de esta batallita. Día 28 de marzo, 18:30 h de la tarde. A esa hora, normalmente, la mayoría del equipo está ya en su casa. Pero ese día no. Ese día, el equipo de este e-Commerce estaba pegado a una pantalla esperando ver si cambiaba la cifra. Si llegábamos al primer objetivo mensual que nos había marcado: ¡1.000 €! Apostando por ver cuál sería la plantilla que les llevaría al éxito o el país de procedencia de la compra. Y de pronto… BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEENNN!!!!!! Aplausos, gritos, risas…

Casualmente, yo estaba terminando en ese momento una reunión con un cliente en una de las salas de la oficina. Tuve que explicarle: «Es el equipo de Summon, que estaba celebrando una venta». «Y, ¿cuánto han vendido?», «Pues… 12 €».

Eso le acabó de convencer sobre el gran papel de la visualización de datos para la motivación de los equipos más que mi charla de media hora 🙂