En Resumen… Estética y usabilidad: evaluación empírica de cuestiones culturales y metodológicas
23 de julio de 2021  — 

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Hace poco leí un artículo de Noam Tractinsky que me pareció muy interesante y lo quería compartir contigo. En él se habla sobre cómo los investigadores J. Nielsen (EEUU) y Brian Shackel (UK) realizaron algunos experimentos para validar las teorías del primer estudio del efecto de la usabilidad estética, liderado por Masaaki Kurosu y Kaori Kashimura en 1995. Y te preguntarás, ¿qué es eso del efecto de la usabilidad estática? Un experimento con el que pretendían descubrir si los usuarios asimilaban los diseños estéticamente más agradables como más usables.

 

Desde mi propia experiencia en el desarrollo y conceptualización de cuadros de mando, este es un tema que me toca muy de cerca. Hablamos de algo tan sumamente significativo como lo es el hecho de que un buen diseño siempre va a ayudar a mejorar la experiencia de usuario.

 

Para ello, Shackel y Nielssen realizaron varios experimentos en entornos culturales totalmente diferentes para validar hasta qué punto había una relación directa entre la estética de la interfaz y su usabilidad por parte de los usuarios.

 

¿Cuáles fueron esos experimentos? Os los cuento:

 

Primer experimento en Japón

 

En los años 90, los investigadores japoneses Masaaki Kurosu y Kaori Kashimura realizaron una investigación sobre cómo la estética afectaba a la percepción de los usuarios a la hora de usar un programa informático.

 

Kurosu y Kashimura diseñaron varios modelos de cajeros automáticos en Japón. Todos ellos eran iguales desde el punto de vista funcional. Sin embargo, el diseño de los botones y de las pantallas variaba ligeramente.

 

 

 

Los resultados fueron sorprendentes. Los cajeros con un diseño más atractivo eran mucho más fáciles de usar por parte de los usuarios.

 

Segundo experimento en Israel

 

A pesar de ello, un científico israelí, Noam Tractinsky, quien recelaba sobre el resultado del experimento por la posible influencia de la cultura japonesa en su percepción sobre la estética, realizó el mismo experimento pero en un pueblo hebreo. Este experimento era trascendental para el desarrollo de la teoría sobre la posible relación entre la estética y la usabilidad, ya que el pueblo hebreo no tiende a fijarse tanto en la estética. Por eso, Tractinsky estaba convencidísimo de que los resultados saldrían totalmente opuestos a los de Japón. ¿Qué pasó? Los resultados no solo tuvieron la misma tendencia que en Japón, sino que, ¡la estética tuvo un impacto aún mayor!

 

Como podéis ver, al margen de la cultura, con estos experimentos se confirmó que el diseño y la usabilidad están estrechamente relacionados y que el tener un diseño más usable de cara al usuario influye directamente en su decisión.

 

La conclusión a la que llegaron los investigadores Nielsen y Shackel es que los diseñadores deben de invertir mucho más esfuerzo en crear sistemas que sean realmente útiles y funcionales. Y no puedo estar más de acuerdo con ellos.

 

Por tanto, no debemos quedarnos únicamente con que un diseño sea bonito o no. Hay que ir más allá, ponernos en la piel del usuario y ver si realmente es viable o no. Llevándolo a mi terreno, al diseño de cuadros de mando, muchas veces se tiende a usar un determinado tipo de gráfica porque quizá queda más bonita pintada, es más impactante, pero: ¿qué aporta al usuario? ¿Va a tomar mejores decisiones por estar ese dato proyectado de esa manera? ¿Pasa algo si lo quito? Eso es la usabilidad.

 

 

Espero que os haya gustado!!